Tu.
Que sabes entender desinteresadamente mi vocabulario.
Que procuras el agua que siempre he de beber.
Que permeas mis momentos de dolor y de placer.
Que sabes que la sinceridad no es lo único que me preocupa.
Que entiendes que he perdido mucho, por ganar tan poco.
Que me tienes en cuenta entre tus dedos, y me acaricias aun cuando no estoy ahí.
Que sabes algo de mí, que yo no.
Que juegas cuando yo no quiero, y lo entiendo.
Que dibujas miradas raras y sombras abstractas que tienen nombres.
Que no nos conocemos bien, y aun así nos destinamos confianza de más.
Que desmitificas eso que llaman amistad para darle otro significado.
Que astillas cruelmente mis labios con pasión desesperada.
Que admiras las cosas y costumbres de las casualidades.
Que desconoces mi melodía, y la cantas como si la hubieses compuesto.
Que te atreviste, que no me importo; que viniste, que no te llame;
Y que ahora lamentas no haberme necesitado los últimos tres veranos.
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